
"No, por qué me tienes que lamer, abuela... me hincas", desperté y Paquito me lamía la cara. Me levanté y el tarro de leche estaba vacío, vi la hora, me acerqué al espejo para notar las ojeras, pasarme las manos y verme nuevamente joven.
Primavera de Sandro Botticelli
"Felicidades, amigo", "Feliz día de la amistad", "Petito, ten un gran día, somos...