
Hoy miraba desde el tercer piso, los automóviles y las personas se movían a un solo compás. Quise bajar y estropearlo todo. Pero me animé a escribir.
Desde el nido calorífero
El éxtasis,
un río desbordante
bajan de tu boca.
A mi grava,
palabras desesperadas
que murieron
en el intento.
Encierras a las aves
que revolotean
tu futuro descalzo
y
busco...